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sábado, 27 de agosto de 2011

Entrevista sobre el buen humor
Enero es el mes en que se celebra el Día Internacional de la Risa (18/01). Tal vez debido a que esta sea una excelente fórmula para comenzar el año. O una técnica para desoxidar el ‘risómetro’ y pasar el resto del año con la risa floja.
¡A saber! El caso es que en enero doy un montón de entrevistas, y ¿sabes una cosa? Éstas siempre me contagian y fortalecen este propósito: ¡reír es la mejor medicina!

¿Qué es lo que caracteriza el buen humor?
El buen humor es una cualidad 100% espiritual. Procede del alma y se manifiesta mediante la creatividad, flexibilidad y adaptabilidad. Se ríe de las ataduras, de la rigidez y deja sitio para que salgamos de esas estructuras que nos ciegan y muchas veces nos hacen sufrir. El buen humor nos permite vislumbrar salidas, soluciones y respirar oxígeno nuevo para crecer.

¿Cuál es la relación entre el buen humor y la buena salud?
Ya existen estudios sobre esta asociación, que podemos llamar la fisiología de la risa. Entiéndase risa, no necesariamente como una expresión de la boca, sino como una expresión del alma. Véase en la página que sigue el texto acerca de los efectos de la risa en el cuerpo físico.

¿Es cierto que el buen humor desintoxica el organismo? ¿Cómo y por qué ocurre esto?
Hay una expresión muy usada antiguamente: me he reído tanto que he desopilado el hígado. Pues sí, desopilar significa desintoxicar. Leyendo el texto que habla sobre la fisiología del hígado, se puede entender mejor tal fenómeno. La respiración se hace más intensa y efectiva, por lo tanto la desintoxicación pulmonar y cerebral es instantánea. Todos los órganos del abdomen son activados, por lo tanto la velocidad y eficiencia de la eliminación vía intestinos de toxinas y venenos se ven aceleradas. El sistema inmunológico se activa, reforzando la capacidad del organismo de no identificarse con células invasoras o mutantes.

¿Cómo mantener el buen humor incluso ante las dificultades?
Dando comienzo al día tomando un buen zumo desintoxicante, que califico como baño interno diario, para activar el buen humor. El mejor momento para este baño interno es en ayunas, momento del día en que el metabolismo del cuerpo humano está enfrascado en la eliminación de sus excreciones. La segunda recomendación es, luego de la ingesta del zumo, ir al espejo del baño y reírte, entre 5 y 10 minutos, de tus dificultades y de tus preocupaciones. O sea, deja que salgan tus venenos y no te identifiques con las dificultades. Procura observarlas desde otros ángulos para poder utilizar la creatividad, el juego de cintura, ver las oportunidades, etc. En algunos casos, hasta percibir que el camino es otro, y dejar de dar coces contra el aguijón.

La tristeza y el mal humor ¿pueden afectar a la salud física? ¿Por qué?
Sin duda. El mal humor destruye oportunidades, cierra puertas, agria cualquier leche o ambiente. El mal humor desanima (des = quita + anima = alma) a las personas que nos rodean. El mal humor es una vibración muy destructiva, y si se hace crónico, puede generar enfermedades.

El buen humor ¿puede prevenir dolencias? ¿Cómo y por qué ocurre esto?
El buen humor previene dolencias y genera salud. Hay indicaciones claras de que la risa, cuando diariamente practicada, activa rápidamente el sistema inmunológico. Pero, energéticamente, el buen humor atrae oportunidades y abre puertas. El buen humor es una vibración de prosperidad, 100% espiritual.

El buen humor ¿también está relacionado con la curación o mejoría de pacientes con dolencias graves, como el cáncer, por ejemplo?
Con toda seguridad. Véase el caso de los doctores de la risa, el de Norman Cousins y otros médicos que vienen practicando y estimulando la presencia de la terapia de la risa y del buen humor en sus consultorios y clínicas.
Conoce en la página 5 la historia de Norman Cousins, que se curó de una enfermedad grave a través de la risa. Pero, en síntesis, él tenía un gran deseo de vivir y decidió nutrir su espíritu con optimismo, confianza y buen humor. Empezó a asistir a películas cómicas y prohibió que cualquier persona fuese a visitarlo sin tener un chiste que contarle.
La terapia del humor surtió efectos, pues un período de diez minutos de risa aliviaba su dolor suficientemente como para que él consiguiese dormir durante dos horas. Los tests clínicos también comprobaban que su inflamación disminuía con cada sesión de risa.
Cousins escribió su historia diez años después de su curación y se convirtió en el símbolo de la terapia de la risa, dando origen a investigaciones más profundas. Hoy sabemos que la risa fortalece el sistema inmunológico, estimula las funciones cardiovasculares y libera endorfinas que combaten el dolor.



Por Conceição Trucom (química, cientista, palestrante e escritora sobre temas
voltados para o bem-estar e qualidade de vida)


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