“La Cenicienta” nos ha llegado en dos versiones diferentes: la de los hermanos Grimm, que es la que estamos analizando, y la de Ch. Perrault, que es la más popularizada. Ambas versiones son muy diferentes entre sí.
Perrault ha escrito un cuento mucho más irreal y de ambiente más selecto y refinado. Prueba de ello es el detalle de las zapatillas de cristal de Cenicienta. Evita escenas poco gratas para ser expuestas en la corte -que es donde se leían sus cuentos- como, por ejemplo, que las hermanastras se corten el dedo gordo del pie y el talón para calzarse la zapatilla, que sí citan los Grimm. La Cenicienta de Perrault es una joven bondadosa en extremo, con poca voluntad; incluso es ella quien elige dormir entre cenizas, mientras que la de Grimm es obligada a hacerlo. Como ya hemos señalado, la versión de Perrault es la que más se ha popularizado entre nosotros, tal vez por esa carga de elegancia y dulzura que atenua la crudeza del relato original. Walt Disney, por ejemplo, se basó en ella para realizar su versión cinematográfica en dibujos animados.
Las hermanastras de los Grimm son perversas y malvadas, como su madre; en cambio, en Perrault no son tan crueles, son poco amables, eso sí; pero se limitan a ignorar a Cenicienta, no a hacerle humillaciones tan drásticas como las de los Grimm.
En Perrault aparece un hada madrina que es la que mueve a la chica a actuar; ella, por sí sola, no lo hubiese intentado jamás. En cambio, en los Grimm, es Cenicienta quien se acerca al árbol -que personifica a su madre muerta- y le pide vestidos y accesorios para poder ir al baile.
Perrault lo hace todo más mágico con la utilización de la calabaza como carroza, los ratones convertidos en lacayos y los harapos en preciosos vestidos.
En el cuento de los Grimm, a Cenicienta, nadie le advierte que debe llegar a una hora determinada, en Perrault, en cambio, el hada madrina le aconseja muy seria que si vuelve más tarde de las 12, el hechizo se desvanecerá y Cenicienta será de nuevo Cenicienta.
El príncipe de los Grimm es también ingenioso y astuto y decide untar de pez la escalera para seguir la pista de la muchacha. Es él quien va en persona buscándola y es él quien la acepta como una chica normal. En cambio, en Perrault el príncipe manda a un criado y, al descubrirse el hecho, aparece el hada madrina y viste de nuevo a la chica con bellos trajes, con lo que se sigue manteniendo engañado al príncipe.
El final es también diferente. En Perrault, Cenicienta que ha sufrido a causa de sus hermanastras, las acepta y se preocupa por ellas, lo cual resulta poco verosímil. La versión de los Grimm es más realista, pero también muy cruel.
En el cuento de Grimm la niña no pierde del todo el contacto con su madre muerta, ya que, a través de sus lágrimas, hace que nazca un árbol en su tumba y es allí donde va para pedir favores.
Perrault nos narra un cuento cortés en que la boda es pomposa y solemne y colma todos los pesares de la joven.
http://www.islabahia.com/autores/anabel/textos/004cuento_de_hadas.htm
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